viernes, 28 de abril de 2017

"Doña Máxima" y otras cosas, de Jorge Sanzol

Decía Carlos Nine: "Es cierto que Jorge Sanzol, que no hacía chistes, era en líneas generales un ilustrador, un humorista, un diseñador. Pero cualquier observador atento y con mínima cultura visual sabía que estaba frente a un artista plástico de trascendencia. Todos sabíamos que él sabía. No era pícaro ni demagogo ni acomodado. No hacía lobby, no jetoneaba. El tipo había estudiado, había experimentado, tenía curiosidad, en fin, arriesgaba, laburaba."

Es llamativo e imperdonable el poco material que se encuentra de Jorge Sanzol (1948-2000) en la web. Comparto con ustedes algunas historietas e ilustraciones de Sanzol en la Chaupinela -en una etapa muy particular que podríamos llamar Crumb-fleischeriana-- entre otras cosas las historietas (algo raro porque era más humorista que historietista) de la incalificable Doña Máxima, quien podría figurar en la galería de "chicas malas" de la historieta argentina junto a Mamá Pierri o Beti Rispo.

























Rep, Carlos Nine y Ena Wolf hablan de Sanzol en el momento de su muerte aquí.

(Chaupinela nros. 1 al 6, Editorial de la Urraca, 1974-75)

viernes, 21 de abril de 2017

"Pinocho", de Fernand (Parte 1)

En 1945 la benemérita editorial Tor sacó su edición del clásico Pinocho, de Carlo Collodi. Las ilustraciones, que es menester decirlo aparecen a razón de promedio una cada página y media, están a cargo de Fernand, seudónimo de Fernando Fernández Eyre, que empezó a dibujar en Tor en el '40, a su regreso de pelear en la Guerra Civil Españols y su posterior deserción de nada menos que la Legión Extranjera, lo cual nos enseña una valiosa lección: Antaño los dibujantes tenía vidas más interesantes.

Para quienes hemos sido criados en la peregrina idea de que Pinocho era una historia para niños, los dibujos se nos antojan algo agresivos, crudos, desmañados, incluso para los parámetros de la época, pero por suerte hoy son el tipo de dibujo que nos gustan y nos parecen cool y guay o como se diga.

Para más informacion sobre Fernández Eyre pueden mirar acá.

Esto es sólo una pequeña selección del abundante trabajo de Fernand en el libro:

































(Pinocho, Editorial Tor, 1945)

viernes, 7 de abril de 2017

LA CURIOSITE: Alien, de Lucho Olivera

Cuando tenía unos 11/12 años de edad se estrenó "Alien, el Octavo Pasajero" y mi papá no me dejó ir a verla (entre otras cosas era "Prohibida para menores de 14 años" en esas épocas medievales). Fascinado por lo prohibido, por el morbo de las horribles escenas que me habían contado mis amigos de padres más liberales y por la imaginería visual que alcanzaba a pispear, intentaba consumir todo lo vagamente relacionado a la película: Uno de estos materiales fue el especial de Metal Hurlant sobre la película; otro, la brillante adaptación a cargo de Lucho Olivera (en esa serie de adaptaciones cinematográficas que hacía Columba, en general encargadas a dibujantes de menor renombre), tal vez el único dibujante argentino de la época que por caminos diferentes llegó a una suerte de paralelo con el helvético H.R. Giger: ¿Acaso sus célebres "gotones" que brotaban inquietantemente de sus maquinarias extraterrestres no están emparentados con el gigeriano concepto de "biomecánica"?

Además de algunas modificaciones del guion original que hubieran hecho imposible la publicación de la adaptación en ese momento (la escena del "chest burster" fue reemplazada por otra donde el "face hugger" simplemente abandonaba a su víctima y si saben a qué me refiero con esos nombres pueden pasar a buscar su certificado de ñoño), podemos observar otras curiosidades:

-Por algún motivo incomprensible, el maestro Alfredo Grassi rebautizó a Ripley por "Killian" (que si mal no recuerdo, era el nombre de un ilustrador argentino también bastante gigeriano, aunque juraría que esto es sólo una coincidencia).
-El Alien de Lucho Olivera (creemos que creado a partir de un identi-kit; recordemos que no teníamos Google Image),además de ser mucho más reptiliano, se ve bastante extraño principalmente por sus ojos frontales.
-Hay ciertas confusiones y enroques en los roles de algunos personajes; por ejemplo, guionista y dibujante parecen haber confundido el personaje de Dallas (que originalmente muere en el conducto) con el de Kane (la víctima del chest burster. Nada, boludeces de ñoño).
-El guionista menciona a Dios y la voluntad divina en varias oportunidades. No sabemos si el maestro Grassi estaba viviendo especie de ataque de religiosidad o se trataba de una bajada de línea de la conservadora editorial Columba.

Pero vamos a lo importante:





























(Súper Álbum D'artagnan n°32, Editorial Columba, 1980)