lunes, 20 de abril de 2015

POLÉMICA: Narices & Humorismo



"Los recursos humorísticos probados son: sufrimiento, arrepentimiento, compulsión, humillación, traición, decadencia, muerte. Y grandes narices." (Mark Newgarden, "We all die alone")



"En aquellos años, y en muchos años recientes, el dibujo era dibujo de humor cuando los seres o seudoseres dibujados poseían unas narices descomunales, que los redactores de La Codorniz siempre coloreaban con un rosa tirando a rosa prepucial, ellos sabrán por qué ocultos conflictos edípicos o seudo-edípicos de su infancia, y me atrevo a añadir que de su adolescencia y de su juventud.

"Yo también sucumbí a la tentación estética de dibujar narices descomunales y practiqué esa degeneración estética emborrachando cuartillas con la presencia de cientos, de miles de narices, entre nabo y remolacha, y así estuve expresando mi vocación artística hasta que un día me pregunté:

"'¿Y por qué las narices de nuestros dibujos tienen que ser fálicas para producir la felicidad que producen a los lectores de las revistas de humor? ¿Qué subterráneas perfidias unen a los colaoradores y a los lectores de las revistas de humor que aman con ese frenesí las narices prepotentes?'

"Y descubrí, salvo descubrimientos más sabios y profundos que los míos, que la culpa de lo de las narices fálicas era de la maldita guerra civil, dicho sea sin excesivas malas intenciones.

"Nosotros, los de laas generaciones de humoristas de la posguerra civil, habíamos nacido huérfanos de padres estéticos y espirituales. Lo que parecía una moda era sencillamente una carencia, una triste calamidad. Dibujabamos narices fálicas porque no sabíamos dibujar narices como las dibujaba Leonardo da Vinci, aunque, como ustedes no deben ignorar, Leonardo también dibujó en algunas de sus caricaturas narices granujientas de ancianos toscanos, pero, debemos añadir, las narices que dibujaba Leonardo eran apuntes del natural y las nuestras eran narices dibujadas a ojo, mecánicamente.

"Nuestra generación era una generación hija de madre soltera, éramos huérfanos de padres estéticos. Cuando advertí esa aberración, volví al pasado, fuente y manantial de tantas sabidurías desdeñadas por nuestra impaciencia o por nuestra incapacidad de dibujar las cosas como son." (Chumy Chúmez, "Del silencio al grito")

Es interesante observar que ambas reflexiones reflejan (perdón por la cacofonía) la personalidad artística e ideología de cada uno: Newgarden es norteamericano, posmoderno, hermético, irónico, su discurso es despiadado y cínico. Chúmez es español, de izquierda, político, directo, su discurso es afable y piadoso. Ambos, además, tienen una porción de la verdad: las narices grandes son graciosas SIEMPRE, pero no siempre el humor necesita de las narices grandes. Me atrevería a decir además que ninguno de los dos tiene en realidad por principal objetivo el hacer reír, sino reflexionar, uno sobre el lenguaje y la tragedia humana, el otro sobre política y, por supuesto, también la tragedia humana. ¡No se peleen, chicos!

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