En tiempos de maestritos ciruela dándonos lecciones de solidaridad, bondad y honestidad desde cada púlpito autogestionado en las redes sociales, es terapéutico leer esta extraordinaria historieta de Vàzquez sobre su legendaria y autopromocionada condición de moroso y manguero. Como valor agregado, quedó afuera de su mamotreto compilatorio "Lo peor de Vázquez" (otro ladrillo extraordinario y quiebracolumnas) ni en revista periódica alguna, sino en una publicación repartida en el Salón del cómic de Barcelona de 1991, por lo que creo que ha sido poco difundida.
(El tebeo del saló, Ed. Ficomic, 1991)
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