viernes, 5 de junio de 2015

La Hormiguita Viajera en: "La Máquina del Tiempo" (Parte 3)

El gran final de "La Máquina del Tiempo", que nos revela una verdad escalofriante.

Son conocidos los casos de los dibujantes que predijeron su propia muerte, como George Herriman o Alberto Contreras. Más extraño es el caso de Víctor Sueyro, el guionista que predijo su propia resurrección.

Luego de una serie de inanes aventuras donde la Hormiguita resuelve las cosas a fuerza de "una palabra y un beso", el autor decide sin razón aparente trasladar a su protagonista a un lugar llamado "La Época de Todos los Tiempos". Esta "época" está ubicada en el cielo, y su anfitrión es el "Señor de Todos los Tiempos", representado por un venerable anciano de barba blanca. Jum.

¿Qué diantres es una "Época de todos los Tiempos"? Según logro entender, es un punto o momento donde el concepto de tiempo pierde su sentido (todos los tiempos en el mismo lugar y momento), es decir, donde el tiempo ha sido suprimido. No hay que ser un genio para entender qué ha querido representar Sueyro, suavizándolo quizás para no impresionar a sus infantiles lectores.

La Época de todos los tiempos es la Muerte. Pero no cualquier Muerte, la muerte del catolicismo más básico y literal, una muerte arropada por un ser infinitamente sabio y poderoso. En este lugar o época, además, la Hormiguita se reencuentra con los amigos que ha hecho en su viaje a través de los tiempos: Es decir, con los muertos. Uno por uno, como quien repasa su vida (o como en el final de "8 y medio"), estos amigos aparecen, la saludan y le dicen palabras cariñosas.

Finalmente, en un cuadro insólitamente conmovedor, todos ellos rodean a Hormiguita, casi protegiéndola, una imagen que nos remite a la del pesebre, y permanecen juntos en un momento de recogimiento.

Porque entonces, Hormiguita debe regresar a su "Época", la época donde el tiempo transcurre, es decir, la vida. Hormiguita ha muerto (tal vez debido a una falla atómica de la Máquina creada pro su amigo Nosequién), el Señor de todos los Tiempos, es decir Dios, el Dios piadoso del cristianismo, ha decidido darle una nueva oportunidad.

Una vez resucitada, Hormiguita no parece darse cuenta de la trascendencia de lo que acaba de ocurrir. Es joven y, además, qué joder, es una hormiguita. Pero algo le había dicho a Sueyro que él viviría la misma experiencia: la experiencia de volver de la muerte. Un ángel, o un demonio, o tal vez un "Mothman", había susurrado esta premonición a los oídos de Sueyro en algún momento de duermevela, aunque seguramente no quiso tomarlo como algo literal. Pero el mensaje fue lo bastante importante para él como para transformarlo en una escena (completamente arbitraria) de su creación. Años más tarde, luego de su pasmosa resurrección, seguramente el conductor-guionista recordaría con una sonrisa este episodio.

En la contratapa la Hormiguita nos dice, no sin cierto rictus macabro , "Hasta la Próxima!", recordándonos que todos sin excepción terminaremos en el mismo lugar.















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