Arranca el 2021 con una desagradable noticia: Hace un par de días una banda de hijos de puta entraron a la legendaria calesita de Tatín, en Parque Chacabuco (lanzada a la fama por aparecer en la película Quiero llenarme de ti", protagonizada por Sandro), y destrozaron el biombo y la cortina, que debieron ser reemplazados. A la maldad intríseca de destrozar un entretenimiento infantil se agrega la desgracia de que estos elementos estaban ilustrados a prtir de modelos originales del dibujante argentino Goyo Mazzeo, que mi generación recordará por profusas colaboraciones en la revista Anteojito.
Como testimonio histórico de esta reliquia desaparecida, comparto con ustedes las fotos que saqué alguna vez intentando capturar la totalidad de personajes y escenas del Sr. Mazzeo, donde aparecen la Pícara Sandrita, Solcito, Caburito y demás personajes con nombres diminutivos. Las fotos no son de calidad superlativa ni mucho menos, pero es lo que hay.
Epílogo: Los dibujos de Goyo Mazzeo, a la fecha vivo pero retirado del oficio, han sido reemplazados por otros que (según el testimonio directo del calesitero) le fueran encargados como trabajo relámpago a otro dibujante especializado en el ramo, consistente en personajes de dibujos animados realizados en el entrañable "estilo calesita". El hecho de que varios de esos personajes -realizados ahora- sean totalmente desconocidos por niños de menos de sesenta años (Ej: Trapito) ornan a la nueva etapa de cierto espiritu craquelé que funciona como pequeño consuelo. Habrá que ir con la cámara de nuevo.
EL MONO DE LA TINTA
El blog de una repugnante bestia adicta a cosas hechas con tinta o similares
viernes, 1 de enero de 2021
lunes, 9 de octubre de 2017
lunes, 2 de octubre de 2017
EMBÍDIENME: Medio a medias, de Mauro Entrialgo
Y allí estaba yo, sentado en una mesa de la "Tienda de vinos" de Chueca, Madrid, junto a dos grandes de la historieta hispanoparlante: El Sr. Darío Adanti, uno de los fundadores de la revista "¡Suélteme!", co-diretor de "Mongolia" y factótum de mi gira ibérica con la Clínica de humorismo, y la legendaria y algo intimidante figura de uno de mis héroes: Mauro Entrialgo, demiurgo de Tyrex, El Demonio Rojo, Drugos el Acumulador, Ángel Sefija, Plétora de Piñatas y, especialmente cercano a mi corazón, Herminio Bolaextra, el reportero de los Tres Huevos.
Herminio Bolaextra, summa cum laude de todos los fabricantes de maldades gratuitas de la historia de la historieta, adicto al "Ricard" y autor de frases inolvidables como "¡Haber estudiao!" ha significado una fuente de risotadas e inspiración constante en mis últimos 20 años de vida, lo que junto con lo complicado que es conseguir algo de su material (creí que iba a conseguir "Siempre en forma" en mi viaje, cosa que resultó imposible) destilan un furibundo cóctel de satisfacción-deseo-frustración permanente en mi fanboy interior.
Por eso es que "Medio a medias", este pequeño volumen de medias páginas a todo color (es una manera de decir, son 3 colores con toda la furia) autografiado nada menos que por el Gran Entrialgo será atesorado en mi bilbioteca para siempre contra viento y marea, mudanzas y préstamos, pérdidas y ventas en Parque Rivadavia en tiempos de crisis (como aquella que me hizo deshacerme de mi colección completa de Ásterix). ¡Gracias, Mauro!!! (lágrimas)
jueves, 28 de septiembre de 2017
COLATERAL: Placa recordatoria de Mingote
Placa recordatoria en homenaje al bar Tienda de Vinos diseñada por el dibujante español Mingote, en el barrio de Chueca, Madrid.
viernes, 28 de julio de 2017
"El cuchillo trágico", autor anónimo
Para un niño crecido en los años setenta era habitual el consumo de lo que podríamos denominar "revistas tipo Patoruzito", es decir la infinidad de revistas de formato apaisado, muchas producidas sin firma y editadas por agentes misteriosos, muchas veces copiando personajes televisivos en versiones totalmente apócrifas, otras reproduciendo historietas extranjeras quién sabe si pagando algún derecho.
Era habitual en estas ediciones las historietas "de relleno", encontrando en ejemplares de Afanancio o Gattín historietas unitarias o de personajes que iban rebotando de título en título sin encontrar un hogar definitivo. A veces podían estar firmadas por autores reconocibles como Félix Saborido o Männken, otras por ilustres desconocidos.
La historieta que nos ocupa, aparecida en diferentes publicaciones de este formato, marcó mi imaginación para el resto de mi vida, como solo puede marcar a un lector de siete años la tremenda historia de humor negro de un asesino que acuchilla gente a mansalva. En especial la escena donde las sienes de un tipo son atravesadas por un cuchillo al atender el teléfono me dejó con pánico al aparato durante meses.
Por algunos "editor disasters" (cuadros toscamente dibujados y agregados posteriormente para que entren en la reedición) presentes en la historieta podemos inferir que originalmente se publicó en episodios, pero ni la más puta de en qué revista ni año. Tampoco sabemos de su autor, que podría perfectamente ser Guillermo Guerrero, Jorge Toro o un imitador.
El espantoso personaje protagonista muere en el primer capítulo, pero bien tenía potencial para protagonizar su propia historieta o incluso publicación en un universo paralelo.
En el primer cuadrito de la poágina siguiente podemos ver un "Editor Disaster", pegado con moco para que la historieta saliera toda junta:
Siguiente cuadrito: Segundo y último "Editor Disaster".
("El Cuchillo Trágico", Nuevas Aventuras del Marinero Popeye, no especifica año de edición)
Era habitual en estas ediciones las historietas "de relleno", encontrando en ejemplares de Afanancio o Gattín historietas unitarias o de personajes que iban rebotando de título en título sin encontrar un hogar definitivo. A veces podían estar firmadas por autores reconocibles como Félix Saborido o Männken, otras por ilustres desconocidos.
La historieta que nos ocupa, aparecida en diferentes publicaciones de este formato, marcó mi imaginación para el resto de mi vida, como solo puede marcar a un lector de siete años la tremenda historia de humor negro de un asesino que acuchilla gente a mansalva. En especial la escena donde las sienes de un tipo son atravesadas por un cuchillo al atender el teléfono me dejó con pánico al aparato durante meses.
Por algunos "editor disasters" (cuadros toscamente dibujados y agregados posteriormente para que entren en la reedición) presentes en la historieta podemos inferir que originalmente se publicó en episodios, pero ni la más puta de en qué revista ni año. Tampoco sabemos de su autor, que podría perfectamente ser Guillermo Guerrero, Jorge Toro o un imitador.
El espantoso personaje protagonista muere en el primer capítulo, pero bien tenía potencial para protagonizar su propia historieta o incluso publicación en un universo paralelo.
En el primer cuadrito de la poágina siguiente podemos ver un "Editor Disaster", pegado con moco para que la historieta saliera toda junta:
Siguiente cuadrito: Segundo y último "Editor Disaster".
("El Cuchillo Trágico", Nuevas Aventuras del Marinero Popeye, no especifica año de edición)
viernes, 21 de julio de 2017
sábado, 27 de mayo de 2017
"Yo, moroso profesional", de Vázquez
En tiempos de maestritos ciruela dándonos lecciones de solidaridad, bondad y honestidad desde cada púlpito autogestionado en las redes sociales, es terapéutico leer esta extraordinaria historieta de Vàzquez sobre su legendaria y autopromocionada condición de moroso y manguero. Como valor agregado, quedó afuera de su mamotreto compilatorio "Lo peor de Vázquez" (otro ladrillo extraordinario y quiebracolumnas) ni en revista periódica alguna, sino en una publicación repartida en el Salón del cómic de Barcelona de 1991, por lo que creo que ha sido poco difundida.
(El tebeo del saló, Ed. Ficomic, 1991)
(El tebeo del saló, Ed. Ficomic, 1991)
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